sábado, 24 de enero de 2009

Viento en La Safor

Habría que depurar responsabilidades para saber por qué se le ha caído el techo a la piscina del Grao a las primeras de cambio. Que vale que ha hecho mucho aire, me consta, pero que estamos en el siglo XXI y estas cosas no son de recibo.

Y ojalá ahí quedara la cosa. Más grave incluso es la caída de un árbol en el colegio Juan XXIII, también en la zona del Grao, en la zona donde los más pequeños no habían salido a jugar de puro milagro o, mejor dicho, por el sentido común de los educadores del centro.



Y claro, uno ve lo que podía haber pasado aquí comparando con lo que ha pasado en San Boi y se le cae el alma a los pies.