Porteros, sí, porteros, porque no son más que porteros. El asesinato ocurrido en Madrid debería hacer reflexionar a las autoridades de Gandía sobre lo que pasa en los locales de nuestra comarca y en especial en los de la playa de Gandía.
Personas sin ninguna cualificación y con todas las calificaciones que podamos imaginar se encargan de administrar la ley, la del más fuerte, haciendo de estos locales no un sitio más seguro sino menos, un lugar donde la arbitrariedad puede conducir a fatales desenlaces.
Y comentemos de pasada las compañías de "seguridad", de la que su exponente más alto debe ser una de nombre orientalista y costero dirigida por José Luis Roberto, conocido ultraderechista líder de España 2000 y guardián de las esencias patrias, que no sé cuáles son para él quien detenta además la dirección de la asociación de clubes de alterne (no es una metáfora, es todo así de literal).
Espero que no tengamos que esperar aquí desgracias para que se dé una regulación que en la noche de Gandía se ve como muy necesaria.